viernes, 15 de noviembre de 2013

Fármacos en el medio ambiente




En un reciente seminario internacional patrocinado por la sociedad científica británica, expertos de diversos campos de investigación analizaron los riesgos para la vida humana y la vida silvestre derivados de los productos farmacéuticos en el medio ambiente.
Se ha determinado que los productos farmacéuticos son potenciales contaminantes químicos del medio ambiente. También se ha sugerido que los productos farmacéuticos y sus productos de bio-transformación están presentes en una gran variedad de hábitats, algunos pueden acumularse y pueden tener consecuencias en la salud del ser humano, las poblaciones y los ecosistemas.

Uno de los  productos farmacéuticos mas estudiado y correlacionado con daños al medio ambiente es el etinil-estradiol.  Se estima que más de 100 millones de mujeres usan la píldora anticonceptiva. El ingrediente activo de la píldora es el etinil-estradiol, el cual es excretado por la orina y va a las aguas residuales  y luego a los ríos, lagos y lagunas.
Existen estudios científicos que comprueban la feminización de los peces machos que viven en las cercanías a la planta de tratamiento de aguas residuales (EDAR). Se ha  demostrado que estas aguas contienen la hormona etinil-estradiol, la cual causa la feminización de los peces.  Un estudio  realizado en Canadá determino que al introducir etinil-estradiol en una cantidad de 5 partes por trillon de en el agua hizo colapsar toda la población de peces.

El estradiol es un disruptor endocrino.  Un disruptor endocrino es una sustancia exógena o mezcla que altera la(s) función (es) del sistema endocrino y, por consiguiente causa efectos adversos a la salud de un organismo intacto, o su progenie, o ( sub) poblaciones.
Los anticonceptivos hormonales se han asociado con alteraciones el sistema reproductivo de los seres humanos y de animales. Se han asociado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares , pérdida de la densidad ósea, disminución de la función inmune y  aumento del riesgo de padecer  el cáncer de seno.
Aunque por más de 40 años agencias ambientales tanto en Europa como en los Estados Unidos han analizado los fármacos presentes en el agua,  los gobiernos no han establecido los límites tolerables para productos farmacéuticos como el etinil-estradiol.  El etinil-estradiol se elimina del agua potable por el tratamiento de aguas residuales, pero concentraciones muy bajas persisten en el medio ambiente (a nivel de partes por trillón -nanogramos por litro) y pueden causar disrupciones hormonales en los organismos acuáticos.

La comisión Europea para el medio ambiente anunció su intención de regular el etinil-estradiol con una directiva  que puede requerir a los países de la unión europea limitar el etinil-estradiol a 0.035 partes por trillon. Sin embargo la industria farmacéutica y los gobiernos se oponen a esta clase de regulaciones puesto que la instalación de las plantas de tratamiento del agua que absorba el estradiol tiene un costo millonario.

Existe una necesidad de proteger el ambiente de los efectos dañinos de fármacos como el etinil estradiol. ¿Estamos listos para pagar el precio por un fármaco que no sirve para tratar ninguna enfermedad?




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