jueves, 31 de julio de 2014

Estrógenos en el medio ambiente



Un nuevo estudio realizado por el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), ha descubierto peces intersexuales en el río Potomac y en tres cuencas fluviales de Pennsylvania, incluyendo Delaware.

La bióloga Vicki Blazer ha estudiado los peces intersexuales. Ella ha encontrado que todos los peces machos  capturados en los ríos de Pensilvania, tenían en su interior huevos inmaduros y otros signos de feminización. La causa: productos químicos estrogénicos en el agua. Su descubrimiento indica que los efectos de las hormonas y compuestos similares a las hormonas están causando más daño de lo pensado.

Los peces mutantes podrían disparar una crisis más profunda,  puesto que los peces son un buen indicador de la salud del medio acuático.

Los descubrimientos de peces intersexuales en  Pennsylvania han llevado al Departamento de Protección Ambiental del Estado para poner en marcha una campaña de muestreo de varios sistemas de ríos en busca de 180 compuestos, incluyendo productos químicos disruptores endócrinos como los estrógenos de anticonceptivos hormonales, nuevos plaguicidas y productos antiguos como el DDT.

Blazer y sus colegas también utilizaron una cepa específica de levadura para medir estrogenicidad en el agua, en lugares con peces intersexuales, y este era más alto.

Las fuentes de los productos químicos estrogénicos, Blazer dijo, "son mezclas complejas que probablemente tanto de fuentes agrícolas, como los desechos animales, pesticidas y herbicidas, y las fuentes humanas, [como] las plantas de tratamiento de aguas residuales y otras descargas de aguas residuales."

En la mayoría de los casos, Blazer dijo, los agricultores no están alimentando a compuestos estrogénicos; el estiércol simplemente los contiene. Además, los pesticidas y herbicidas pueden ser estrogénicos.

Del mismo modo, los seres humanos de forma natural excretan estrógenos, así como los estrógenos sintéticos de píldoras anticonceptivas y otros anticonceptivos hormonales como el  DIU, el parche o el anillo vaginal. Estos últimos tienden a ser de mayor potencia, y son más estables, y por lo tanto, duran más tiempo en el medio ambiente.

Blazer no comenzó en busca de peces intersexuales. Cuando ella comenzó a trabajar el Potomac, estaba investigando la muerte de peces en la cuenca. Pero pronto empezó a encontrar los peces machos con óvulos inmaduros.


Después de los funcionarios estatales se enteraron de la obra de Blazer, comenzaron su propio programa de pruebas de contaminantes emergentes en el 2013. Ellos son el muestreo de las aguas no sólo de la Susquehanna, sino también de los rios Delaware, Allegheny, Juniata, y Youghiogheny .

Aunque ciertas especies de peces son los estudiados actualmente,  pueden simplemente ser un indicador temprano de problemas más grandes en el río y el medio ambiente
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Cuidado con la ligadura



Ligadura de trompas a veces llamada pomeroy o "atar las trompas", es un procedimiento quirúrgico en el que los médicos cierran las trompas de Falopio de una mujer usando la electrocoagulación (quemando el tejido), cortando, o mediante el uso de un  clip o un anillo. La ligadura de las trompas y el uso los dispositivos médicos  que afectan  las trompas de Falopio con fines de control de la natalidad son concebidos como formas no reversibles permanentes de control de la natalidad.

Habitualmente estos procedimientos se realizan en el periodo post-parto cuando la mujer esta exhausta física y emocionalmente y no puede tomar una decisión informada.

La ligadura de trompas puede causar efectos secundarios a largo plazo uno de ellos llamado el "síndrome post ligadura de trompas"(SPLT).

Aunque la comunidad médica considera  el riesgo de padecer el SPLT insignificante,  varios estudios han demostrado trastornos menstruales después de la esterilización  en particular, sangrado abundante, sangrado inter-menstrual y disfunción sexual.

El SPLT ha sido asociado con:

    Menopausia prematura
    Anemia
    Depresión
    Desequilibrio hormonal grave
    Ovarios atróficos
    Aumento de riesgo de enfermedad cardiaca
    Pérdida de hueso y osteoporosis
    Sangrado uterino disfuncional   
    Histerectomia
    Síndrome premenstrual
    Endometriosis
    Adenomiosis
    Severas adherencias pélvicas
    Disminución de la libido
 
Se sabe que la causa del síndrome,  puede deberse a daño  del plexo nervioso y daño de los vasos sanguíneos que suplen el ovario.


El ovario que no tiene buena irrigación sanguínea se atrofia y no es funcional. A esta patología se le conoce como aislamiento del ovario y ocurre comúnmente después de la histerectomía cuando los ovarios se dejan en su lugar. 


Hoy las mujeres generalmente son informadas en el momento de la histerectomía que si sus ovarios se dejan en el lugar pueden fallar. El Aislamiento de ovario puede y suele ocurrir después de la ligadura de trompas, pero en este caso las mujeres no son informadas.


El SPTL es Iatrogenia, lo que quiere decir que es causado por mala práctica de la medicina y crea condiciones negativas para la salud que a veces son ignoradas o mal diagnosticadas por qué no se asocian con el antecedente de la ligadura de trompas.

Cambios en la salud tanto físicos como hormonales pueden causar problemas de salud mental, causando la pérdida del deseo sexual de la mujer, la pérdida de memoria, y la depresión.




Las mujeres deben ser informadas antes de cualquier procedimiento medico de sus consecuencias especialmente cuando se mutila un órgano sano  intencionalmente para dañar su función normal como sucede en la ligadura de trompas.

martes, 22 de julio de 2014

Regulacion de la natalidad

Autor: Juan Pablo II | Fuente: Catequesis sobre el amor humano en el plan divino
 
La Encíclica "Humanæ vitæ" distingue rigurosamente entre lo que constituye el modo moralmente ilícito de la regulación de los nacimientos o, con mayor precisión, de la regulación de la fertilidad, y el moralmente recto.

En primer lugar, es moralmente ilícita "la interrupción directa del proceso generador ya iniciado" ("aborto") (Humanæ vitæ, 14), la "esterilización directa" y "toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación" (Humanæ vitæ, 14), por tanto todos los medios contraceptivos. Es por el contrario moralmente lícito, "el recurso a los períodos infecundos" (Humanæ vitæ, 16): "Por consiguiente, si para espaciar los nacimientos existen serios motivos, derivados de las condiciones físicas o psicológicas de los cónyuges, o de circunstancias exteriores, la Iglesia enseña que entonces es lícito tener en cuenta los ritmos naturales inminentes a las funciones generadoras para usar el matrimonio sólo en los periodos infecundos y así regular la natalidad sin ofender los principios morales..." (Humanæ vitæ, 16).

2. La Encíclica subraya de modo particular que "entre ambos casos existe una diferencia esencial" (Humanæ vitæ, 16), esto es, una diferencia de naturaleza ética: "En el primero, los cónyuges se sirven legítimamente de una disposición natural; en el segundo, impiden el desarrollo de los procesos naturales" (Humanæ vitæ, 16).
De ello se derivan dos acciones con calificación ética diversa, más aún, incluso opuestas: la regulación natural de la fertilidad es moralmente recta, la contracepción no es moralmente recta. Esta diferencia esencial entre las dos acciones (modos de actuar) concierne a su intrínseca calificación ética, si bien mi predecesor Pablo VI afirma que "tanto en uno como en otro caso, los cónyuges están de acuerdo en la voluntad positiva de evitar la prole por razones plausibles", e incluso escribe: "buscando la seguridad de que no se seguirá" (Humanæ vitæ, 16). En estas palabras el documento admite que, si bien también los que hacen uso de las prácticas anticonceptivas puedan estar inspirados por "razones plausibles", sin embargo ello no cambia la calificación moral que se funda en la estructura misma del acto conyugal como tal.

3. Se podría observar, en este punto, que los cónyuges que recurren a la regulación natural de la fertilidad podrían carecer de las razones válidas de que se ha hablado anteriormente; pero esto constituye un problema ético aparte, dado que se trata del sentido moral de la "paternidad y maternidad responsables".
Suponiendo que las razones para decidir no procrear sean moralmente rectas, queda el problema moral del modo de actuar en tal caso, y esto se expresa en un acto que -según la doctrina de la Iglesia transmitida en la Encíclica- posee su intrínseca calificación moral positiva o negativa. La primera, positiva, corresponde a la "natural" regulación de la fertilidad; la segunda, negativa, corresponde a la "contracepción artificial".

4. Toda la argumentación precedente se resume en la exposición de la doctrina contenida en la "Humanæ vitæ", advirtiendo en ella el carácter normativo y al mismo tiempo pastoral. En la dimensión normativa se trata de precisar y aclarar los principios morales del actuar; en la dimensión pastoral se trata sobre todo de ilustrar la posibilidad de actuar según estos principios ("posibilidad de la observancia de la ley divina", Humanæ vitæ, 20).

Debemos detenernos en la interpretación del contenido en la Encíclica. A tal fin es necesario ver ese contenido, ese conjunto normativo-pastoral a la luz de la teología del cuerpo, tal como emerge del análisis de los textos bíblicos.

5. La teología del cuerpo no es tanto una teoría, cuanto más bien una específica, evangélica, cristiana pedagogía del cuerpo. Esto se deriva del carácter de la Biblia, y sobre todo del Evangelio que, como mensaje salvífico, revela lo que es verdadero bien del hombre, a fin de modelar -a medida de este bien- la vida en la tierra, en la perspectiva de la esperanza del mundo futuro.

La Encíclica "Humanæ vitæ", siguiendo esta línea, responde a la cuestión sobre el verdadero bien del hombre como persona, en cuanto varón y mujer; sobre lo que corresponde a la dignidad del hombre y de la mujer, cuando se trata del importante problema de la transmisión de la vida en la convivencia conyugal.

miércoles, 16 de julio de 2014

Los desafíos pastorales acerca de la apertura a la vida

Autor: Secretaría General del Sínodo de los Obispos | Fuente: Instrumentum Laboris

 Los desafíos pastorales acerca de la apertura a la vida

121. En referencia al tema de la apertura a la vida, en las últimas décadas, se han planteado objeciones radicales. En este campo se tocan dimensiones y aspectos de la existencia muy íntimos, acerca de los cuales se ponen de relieve las diferencias sustanciales entre una visión cristiana de la vida y la sexualidad, y un planteamiento fuertemente secularizado. Por otra parte, Pablo VI, al publicar la carta Encíclica Humanae Vitae, era muy consciente de las dificultades que sus afirmaciones podrían suscitar en el tiempo. Así, por ejemplo, escribía en ese documento: «Se puede prever que estas enseñanzas no serán quizá fácilmente aceptadas por todos: son demasiadas las voces -ampliadas por los modernos medios de propaganda- que están en contraste con la de la Iglesia. A decir verdad, ésta no se maravilla de ser, a semejanza de su divino Fundador, "signo de contradicción", pero no deja por esto de proclamar con humilde firmeza toda la ley moral, natural y evangélica» (HV 18).

122. La Encíclica Humanae Vitae tuvo un significado claramente profético al subrayar la unión inquebrantable entre el amor conyugal y la transmisión de la vida. La Iglesia está llamada a anunciar la fecundidad del amor, a la luz de la fe que «ayuda a captar en toda su profundidad y riqueza la generación de los hijos, porque hace reconocer en ella el amor creador que nos da y nos confía el misterio de una nueva persona» (LF 52). Muchas de las dificultades que señalan las respuestas y observaciones resaltan la fatiga del hombre contemporáneo en cuanto al tema de los afectos, de la generación de la vida, de la reciprocidad entre el hombre y la mujer, de la paternidad y la maternidad.

Conocimiento y recepción del Magisterio sobre la apertura a la vida

123. Las respuestas relativas al conocimiento de la doctrina de la Iglesia sobre la apertura a la vida de los esposos, con particular referencia a la Humanae Vitae, describen de modo realista el hecho que, en la gran mayoría de los casos, no se conoce su dimensión positiva. Quienes afirman que la conocen pertenecen casi siempre a asociaciones y grupos eclesiales que frecuentan las parroquias o participan activamente en caminos de espiritualidad familiar. En la gran mayoría de las respuestas recibidas, se pone de relieve que hoy la mentalidad común percibe como una injerencia en la vida íntima de la pareja y una limitación a la autonomía de la conciencia la valoración moral de los diferentes métodos de regulación de los nacimientos.

Ciertamente hay diferencias de posición y de actitudes, que adoptan los creyentes en relación a este tema según los contextos geográficos y sociales, entre quienes se encuentran inmersos en culturas fuertemente secularizadas y tecnificadas y quienes viven en contextos sencillos y rurales. Muchas respuestas mencionan la impresión de que para un buen número de católicos el concepto de "paternidad y maternidad responsable" engloba la responsabilidad compartida de elegir en conciencia el método más adecuado para la regulación de los nacimientos, en base a una serie de criterios que van de la eficacia a la tolerabilidad física, pasando por el hecho de que sea realmente practicable.

124. Sobre todo en las observaciones, se pone de relieve que cuesta entender la distinción entre los métodos naturales de regulación de la fertilidad y la contracepción, tanto que generalmente dicha diferencia en clave mediática se traduce en la terminología de métodos contraceptivos "naturales" y "no naturales". De aquí, se comprende por qué dicha distinción sea percibida como un pretexto y los métodos "naturales" se consideran simplemente ineficaces e impracticables. Los métodos naturales para la regulación de la fertilidad no son "técnicas" naturales que se aplican a un problema para resolverlo: tales métodos, en efecto, respetan la "ecología humana", la dignidad de la relación sexual entre los cónyuges, y se enmarcan en una visión de la relación conyugal abierta a la vida. En este sentido, se diferencian de la contracepción y la experiencia demuestra la eficacia de su uso.

125. Respuestas y observaciones señalan que se percibe fuertemente la diferencia entre métodos contraceptivos "abortivos" y "no abortivos". Con frecuencia se usa este criterio de juicio acerca de la bondad moral de los diferentes métodos. Además, en las respuestas recibidas, y sobre todo en diversas observaciones, se señalan las dificultades relativas a la profilaxis contra el SIDA/HIV. El problema es grave en algunas zonas del mundo donde esta enfermedad está muy difundida. Se siente la necesidad de que la posición de la Iglesia respecto de este tema se explique mejor, sobre todo frente a algunas reducciones caricaturescas de los medios de comunicación.

Precisamente en obediencia a una mirada personalista y relacional, parece necesario no limitar la cuestión a problemáticas meramente técnicas. Se trata de acompañar dramas que marcan profundamente la vida de innumerables personas, haciéndose promotores de un modo verdaderamente humano de vivir la realidad de la pareja, en situaciones a menudo arduas, que merecen la debida atención y un sincero respeto.

Algunas causas de la difícil recepción

126. Todas las respuestas suelen subrayar que las dificultades para recibir el mensaje de la Iglesia acerca del amor fecundo entre el hombre y la mujer están relacionadas con la enorme brecha entre la doctrina de la Iglesia y la educación civil, sobre todo en las áreas geográficas mayormente afectadas por la secularización. Las respuestas provenientes de las Conferencias Episcopales hacen sobre todo hincapié en la diferente antropología de fondo. Se señala que existen grandes dificultades a la hora de expresar adecuadamente la relación entre la antropología cristiana y el sentido de la regulación natural de la fertilidad.

La reducción de la problemática a la casuística no favorece la promoción de una visión amplia de la antropología cristiana. Con frecuencia se señala que la mentalidad dominante rechaza de modo superficial la enseñanza de la Iglesia tachándola de retrógrada, sin confrontarse con sus razones y su visión del hombre y la vida humana.

127. En algunas respuestas, se relaciona la mentalidad contraceptiva generalizada con la sólida presencia de la ideología de género, que tiende a modificar algunas estructuras fundamentales de la antropología, entre las cuales el sentido del cuerpo y de la diferencia sexual, que se sustituye con la idea de la orientación de género, hasta proponer la subversión de la identidad sexual. A este propósito, muchas voces señalan la necesidad de ir más allá de las condenas genéricas contra dicha ideología -cada vez más penetrante-, para responder de manera fundada a esa posición, hoy ampliamente difundida en muchas sociedades occidentales.

En ese sentido, el descrédito dado a la posición de la Iglesia en materia de paternidad y maternidad no es más que una pieza de una mutación antropológica que algunas realidades muy influyentes están promoviendo. La respuesta, por tanto, no podrá ser sólo relativa a la cuestión de los contraceptivos o de los métodos naturales, sino que deberá plantearse a nivel de la experiencia humana decisiva del amor, descubriendo el valor intrínseco de la diferencia que marca la vida humana y su fecundidad.

Sugerencias pastorales

128. Desde el punto de vista pastoral, las respuestas, en numerosísimos casos, indican la necesidad de una mayor difusión -con un lenguaje renovado y proponiendo una visión antropológica coherente- de cuanto se afirma en la Humanae Vitae, sin limitarse a los cursos prematrimoniales, sino ofreciendo también itinerarios de educación al amor. Algunas respuestas sugieren que la presentación de los métodos de regulación natural de la fertilidad se haga en colaboración con personas realmente preparadas, tanto desde el punto de vista médico como pastoral. A este fin, se insiste en la colaboración con centros universitarios dedicados al estudio y profundización de dichos métodos, en el ámbito de la promoción de una visión más ecológica de lo humano. Del mismo modo, se sugiere dar más espacio a esta temática en el ámbito de la formación de los futuros presbíteros en los seminarios, ya que los sacerdotes a veces no están preparados para afrontar estos temas, y dan indicaciones inexactas y desconcertantes.

Acerca de la praxis sacramental

129. En el ámbito de las sugerencias pastorales relativas a la apertura a la vida, se encuentra el tema de la praxis sacramental vinculada a estas situaciones, tanto por lo que se refiere al sacramento de la penitencia, como a la participación en la Eucaristía.

A este propósito, las respuestas son esencialmente concordes a la hora de observar que, en las áreas de fuerte secularización, en general, las parejas no consideran pecado el uso de los métodos anticonceptivos; en consecuencia, normalmente se tiende a no considerar esto materia de confesión y se acercan sin problemas a la Eucaristía. Diversamente, se subraya que permanece íntegra entre los fieles la conciencia del aborto como pecado extremamente grave, siempre materia de confesión.

Algunas respuestas afirman que hoy "el examen de conciencia" de las parejas cristianas se concentra en la relación entre los cónyuges (infidelidad, falta de amor), mientras que más bien se descuidan los aspectos de la apertura a la vida. Esto confirma la debilidad con la que con frecuencia se percibe la relación entre la entrega de sí al otro en la fidelidad y la generación de la vida. Las respuestas también ponen de relieve que la actitud pastoral de los sacerdotes en referencia a este tema está muy diversificada: entre quien asume una posición de comprensión y acompañamiento; y quien, en cambio, se muestra muy intransigente, o al contrario laxista. Se confirma así la necesidad de revisar la formación de los presbíteros sobre estos aspectos de la pastoral.

Promover una mentalidad abierta a la vida

130. En algunas zonas del mundo, la mentalidad contraceptiva y la difusión de un modelo antropológico individualista determinan una fuerte caída demográfica, cuyas consecuencias sociales y humanas no se toman en consideración adecuadamente. Las políticas contrarias a la natalidad cambian la calidad de la relación entre los cónyuges y la relación entre las generaciones. Por tanto, en el ámbito de la responsabilidad pastoral de la Iglesia se impone una reflexión acerca de cómo poder sostener una mentalidad mayormente abierta a la vida.

131. Muchas respuestas y observaciones señalan el vínculo entre la apertura a la natalidad y la cuestión social y laboral: la promoción de la natalidad está intrínsecamente conectada con la presencia de condiciones que permitan a las parejas jóvenes adoptar con libertad, responsabilidad y serenidad la decisión de engendrar y educar a los hijos. Jardines de infancia, horarios de trabajo flexibles, permisos por maternidad y facilidad de reinserción en la situación laboral, se consideran condiciones decisivas al respecto. En ese sentido, los cristianos también tienen la responsabilidad civil de promover leyes y estructuras que favorezcan un enfoque positivo respecto de la vida naciente.

Desde un punto de vista más puramente pastoral, en las respuestas, se pone de relieve la utilidad de los consultores familiares vinculados a las diócesis y de las asociaciones de familias, que sean testigos de la belleza y del valor de la apertura a la vida. Se recomienda que el Sínodo ayude a redescubrir el sentido antropológico profundo de la moralidad de la vida conyugal, que, más allá de todo moralismo, implica un impulso sincero a vivir la belleza exigente del amor cristiano entre el hombre y la mujer, valorizado con vistas al amor más grande, que llega hasta dar la vida por los amigos (cfr. Jn15,13). No faltaron respuestas que invitan a redescubrir el sentido de la castidad conyugal, en relación a la autenticidad de la experiencia amorosa.

martes, 15 de julio de 2014

Tecnología aterradora




Microchips, una compañía que se especializa en la tecnología de administración de fármacos implantables a largo plazo, está trabajando para producir un chip de control de la natalidad que se implanta bajo la piel de la parte superior del brazo, el abdomen o las nalgas, y se puede activar y desactivar mediante un sistema a distancia inalámbrico.


La tecnología de microchips se basa en matrices de depósito que se utilizan para almacenar y proteger potentes fármacos en el cuerpo por largos períodos de tiempo, explica la compañía microchips en su sitio en Internet.



El dispositivo, que mide, 20 x 20 x 7 milímetros, y dispensa 30 microgramos de la hormona sintética levonorgestrel, que también se utiliza en otros anticonceptivos como la píldora, dispositivos intrauterinos y las píldoras del día después. La dosis, sin embargo, se puede ajustar de forma remota por los médicos.


La Fundación de Bill y Melinda Gates está financiando el desarrollo de este microchip anticonceptivo y se sabe que ha donado más de 5 millones de dólares para el proyecto.

La hormona levonorgestrel puede actuar como abortivo, impidiendo la implantación del nuevo ser humano en el cuerpo de la mujer,. Tanto el potencial del chip para destruir una  nueva vida y los posibles problemas de privacidad han sido objeto de críticas.

Aunque este dispositivo anticonceptivo de alta tecnología está todavía en desarrollo, se está preparando para las pruebas preclínicas el próximo año con el objetivo de hacer que esté disponible para el uso público en 2018.