SANTIAGO 5 de
septiembre de 2016 (LSN) - En un rechazo masivo de la insistencia del gobierno
en usar la legislación para abrir el país al "aborto legal", los
chilenos de todos los caminos de la vida, condición social y religiones se
reunieron el pasado sábado en el centro de Santiago para una manifestación
"Celebra la vida".
Los cristianos
evangélicos, junto con los católicos y otros denunciaron el empuje legislativo de
la presidente Michele Bachelet y otros funcionarios electos que exigen la
legalización del aborto en los casos de bebes concebidos en violación, fetos que
tienen una condición médica incompatible con la vida, o donde hay peligro para
la vida de la madre.
Muchos de los
presentes en la manifestación están particularmente preocupados por los
miembros del partido cristiano democrático que están apoyando la legislación
pro-aborto. "Es una burla que los miembros de un partido que se llama a sí
mismo" cristiano "se atrevan a legalizar la matanza de los
inocentes", lamentó Carmen Croxatto de la Red Pro-Vida Pro-Familia de
Chile.
Se sabe que la senadora
Carolina Goic, presidenta del partido y presidenta del Comité de salud del Senado,
está lista para empujar la legislación para el siguiente paso. "Ella tiene
que trabajar para derrotar esta legislación ahora, y aprobarla para que avance
a la plenaria del Senado", dijo Croxatto.
Líderes pro-vida
prometen hacer de este el factor determinante en las próximas elecciones,
declarando que cualquier candidato o partido que apoya esta legislación no
conseguirá su voto. "No queremos seguir los demás países del mundo que han
abandonado la protección de los más débiles de la familia humana, comenzando
primero con el llamado" aborto limitado "y terminando con las consecuencias
aún más terribles y todos los daños que se producen a raíz del aborto a la
sociedad en general ", según Elizabeth Bunster de Chile es Vida".
Chile no ha tenido el
aborto legal por décadas y es un ejemplo para el mundo, no sólo por su ejemplar
protección jurídica de la madre y el niño, sino también por sus muy bajas tasas
de mortalidad materna.
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