Tomado de http://www.usccb.org/about/pro-life-activities/respect-life-program/
Los defensores de la anticoncepción
afirman que no causa abortos. Sin embargo, esa afirmación se basa en una redefinición
inexacta de “embarazo”, según la cual este comienza sólo después de que un embrión se implanta con éxito en el útero de la madre.
Esto, entonces, excluye del significado del aborto todas las píldoras y dispositivos
que causan la muerte de un embrión antes
de la implantación. Sin embargo, es científicamente indiscutible que una nueva vida
humana comienza cuando un embrión se forma por primera vez en la fecundación, de
6 a 8 días antes de la implantación.
Los libros de texto y
manuales de los médicos revelan que algunos tipos de anticoncepción a veces funcionan
impidiendo que un bebé embrionario vivo y en desarrollo llegue al útero y se implante
con éxito, lo que resulta en su muerte.[1]
Riesgos físicos para las
mujeres
Los dispositivos intrauterinos (DIU) presentan otros riesgos. Por ejemplo, las
siguientes son sólo algunas de las advertencias de la Administración de Alimentos
y Medicamentos (FDA) sobre un DIU común: puede ocurrir choque séptico y muerte en
caso de embarazo; aproximadamente la mitad de los embarazos son ectópicos; el dispositivo
puede incrustarse, perforar o penetrar la pared uterina, provocando su migración
fuera del [útero], adherencias, peritonitis, perforación/obstrucción intestinal,
abscesos y erosión de órganos internos adyacentes.[4]
De la píldora a la pobreza
Sin la píldora anticonceptiva, la revolución sexual no podría haber sucedido.
Pocas mujeres estaban dispuestas a arriesgarse a un embarazo fuera del matrimonio.
El economista George Akerlof ha mostrado cómo esa dinámica cambió bruscamente con
la píldora anticonceptiva, lo que llevó a “la feminización de la pobreza”.[5]
Cuando se les decía que la píldora evitaría el embarazo, las mujeres tenían
relaciones sexuales sin la promesa de matrimonio. Sin embargo, debido a que las
mujeres controlaban la decisión de usar anticonceptivos, dar a luz o someterse al
aborto, muchos hombres razonaban que no eran responsables de los niños concebidos
fuera del matrimonio. Indicando la negación de responsabilidad de los hombres, los
“casamientos de apuro” pronto se desplomaron, mientras que los nacimientos fuera
del matrimonio casi se triplicaron. En menos de dos décadas (1965-1984), los abortos
entre mujeres solteras aumentaron de 88,000 a 1,271,000 al año.
A lo largo de la última década, al menos el 40% de los niños nacen cada año
de madres solteras que a menudo deben luchar para criar solas a sus hijos en
medio de la pobreza. Según Child Trends, “en 2015, el 43% de los niños que vivían
en familias encabezadas por mujeres solas eran pobres, en comparación con el 10%
de los niños que vivían en familias de parejas casadas”.[6]
La pobreza y la ausencia del padre biológico de un niño en el hogar son dos de los
predictores más fuertes de pobres resultados académicos, emocionales y conductuales
en los niños.
La anticoncepción no es
confiable
¿Cómo pudo dispararse el número de abortos y nacimientos no maritales si las
mujeres recurren a los anticonceptivos? Con el uso típico, la mayoría de los anticonceptivos
distan mucho de ser confiables, especialmente entre las adolescentes, que tienen
el doble de probabilidades que las adultas de quedar embarazadas mientras usan píldoras,
parches o anillos anticonceptivos.[7] Cada
año, un millón de los 11 millones de mujeres
estadounidenses que toman la píldora quedan embarazadas, y el 40% de ellas se someten
a abortos.[8]
¿Qué ofrece nuestra fe
católica?
El amor de Dios es generoso, sacrificial, vivificante y para siempre. Como seres
humanos hechos a la imagen de Dios, estamos llamados a imitar el dar y recibir eterno
del amor que es la Santísima Trinidad. Podemos hacerlo de una manera única a través
del matrimonio: la comunión de un hombre y una mujer que entran en unión de “una
sola carne” abierta a dar a luz una nueva vida humana. “Todo el significado del matrimonio está
presente y expresado”[9] en
cada acto de sexo marital, por lo que los propósitos del sexo de dar amor y dar
vida no deben separarse.
Al mismo tiempo, por razones serias, al ejercer la paternidad responsable, una
pareja puede tomar la
decisión “de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo
indefinido”.[10] En
estos casos, “la
Iglesia enseña que entonces es lícito tener en cuenta los ritmos naturales
inmanentes a las funciones generadoras para usar del matrimonio sólo en los
periodos infecundos”.[11]
Gracias a la investigación de innumerables médicos y científicos, los modernos
métodos de planificación familiar natural basados en el conocimiento de la fertilidad
rivalizan e incluso superan[12] la
efectividad de los anticonceptivos sin representar riesgos para las madres o los
niños por nacer. De hecho, las parejas que usan estos métodos informan que
tienen mejores relaciones sexuales, mayor comunicación y la capacidad de identificar
las causas subyacentes de la infertilidad.[13] (Para
obtener más información, visite www.foryourmarriage.org/family-planning.)
En resumen, a través de la enseñanza de la Iglesia, Dios nos invita a un estilo
de vida y amor más completo, más rico y más profundo.
[1] R.A. Hatcher et al., Managing Contraception 2017-2018. Tiger,
Georgia: Bridging the Gap Foundation.
[2] V.J. Cogliano et al., “Preventable
exposures associated with human cancers”, Journal
of the National Cancer Institute 103 (2011) 1827-1839, 1831; disponible en https://academic.oup.com/jnci/article/103/24/1827/937010; consultado el 21 de abril de 2018.
[3] A.
van Hylckama Vlieg et al., “The venous thrombotic risk of oral contraceptives,
effects of oestrogen dose and progestogen type: results of the MEGA
case-controlled study”, British Medical
Journal 339 (2009) b.2921; disponible en https://www.bmj.com/content/339/bmj.b2921;
consultado el 21 de abril de 2018.
[4]
Mirena Label, disponible en https://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2008/021225s019lbl.pdf; consultado
el 21 de abril de 2018.
[5] G.A. Akerlof et al., “An analysis
of out-of-wedlock child-bearing in the United States”, Quarterly Journal of Economics 111:2 (1996): 277-317.
[7] “The Daunting Downside of Condoms,
Pills, and Injections”, Managing Contraception, 21 de febrero de 2017; disponible
en http://managingcontraception.com/wp-content/uploads/2017/09/BTG-Dauniting-Downside-2-2017F.pdf; consultado el 21 de abril de 2018.
[9] “Life Matters: Love and Marriage”,
Respect Life Program, United States Conference of Catholic Bishops (Washington,
D.C.), 2011, disponible en http://www.usccb.org/about/pro-life-activities/respect-life-program/2011/upload/life-matters-love-and-marriage-bulletin-insert.pdf, consultado el 21 de abril de 2018.
La versión en español puede verse en http://www.usccb.org/about/pro-life-activities/respect-life-program/2011/upload/la-vida-importa-amor-y-matrimonio-buletin.pdf.
[10] Pablo
VI, Humanae vitae (Sobre la regulación de la natalidad)
(Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 1968), no. 10. Véase también
Natural Family Planning Program, “Responsible Parenthood”, United States
Conference of Catholic Bishops, disponible en www.usccb.org/issues-and-action/marriage-and-family/natural-family-planning/catholic-teaching/upload/Responsible-Parenthood.pdf;
consultado el 21 de abril de 2018.
[11] Ibid., no. 16.
[12] El
sitio web de Facts About Fertility tiene datos actualizados sobre métodos de
planificación familiar basados en el conocimiento de la fertilidad. The Medical
Update (https://www.factsaboutfertility.org/wp-content/uploads/2015/05/Medical-Update-about-FABMs-April-2015-1.pdf) muestra
las tasas de embarazo de siete métodos; consultado el 21 de abril de 2018; R. Fehring y M. Schneider, “Extended
effectiveness of an online Natural Family Planning service program.” MCN The American Journal of Maternal Child
Nursing 42 (2017) 43-49; M. Manhart et al., “Fertility
awareness-based methods of family planning: A review of effectiveness for
avoiding pregnancy using SORT”, Osteopathic
Family Physician 5 (2013) 2-8; disponible en https://www.factsaboutfertility.org/wp-content/uploads/2013/07/2013-Manhart-et-al-Review-of-Effectiveness-Osteopathic-Family-Plysician.pdf; consultado
el 21 de abril de 2018; R. Fehring et al. “Randomized comparison of two
Internet-supported fertility awareness-based methods of family planning”, Contraception 88 (2013) 24-30.
[13] J.T. Bruchalski, MD, “Esperanza
para las parejas que quieren tener un hijo”, Programa Respetemos la Vida (2010),
http://www.usccb.org/about/pro-life-activities/respect-life-program/upload/respect-life-2010-bulletininsertbruchalski-espanol.pdf; F. Doyle, “My Slogan: Practice
Saved Sex!”; http://www.usccb.org/issues-and-action/marriage-and-family/natural-family-planning/awareness-week/upload/Fletcher-Doyle-article.pdf
Extractos de Humanae vitae © 1968 Libreria Editrice Vaticana, Ciudad
del Vaticano. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Reimpreso (citado)
del programa Respetemos la Vida, copyright © 2018, United States Conference of
Catholic Bishops, Washington, D.C. Todos los derechos reservados.
Secretariat of Pro-Life Activities, United States
Conference of Catholic Bishops
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