El Papa lamenta las bajas tasas de natalidad, y hace hincapié en que los niños son un regalo y una alegría

Continuando con su serie de audiencias generales de los miércoles sobre la familia, el Papa Francisco habló el 11 de febrero sobre los niños.

"Los niños son la alegría de la familia y la sociedad", dijo. "Ellos no son un problema de la biología de la reproducción, o una de las muchas formas de realizarse uno mismo en la vida, y mucho menos la posesión de sus padres. Los niños son un regalo”.

"Cada uno es único y cada uno es irrepetible; y sin embargo, inequívocamente ligado a sus raíces ", continuó. "Usted ama a su hijo porque él es un niño, no porque él es bello, saludable y bueno; no porque piensa como usted, o encarna sus deseos”.

El Papa dijo que la "experiencia de ser hijo o hija nos permite descubrir la dimensión más gratuita del amor, que nunca deja de sorprendernos. Es la belleza de ser amado desde antes... No hemos hecho nada para merecerlo, antes de que podamos hablar o pensar, incluso antes de entrar en el mundo ".

Ampliando este tema, añadió que "ser un niño es la condición fundamental para conocer el amor de Dios, que es la fuente última de este verdadero milagro. En el alma de todos los niños, no importa qué tan vulnerable, Dios pone el sello de este amor, que es la base de su dignidad personal, una dignidad que nada ni nadie puede destruir”.

Reflexionando sobre el cuarto mandamiento, dijo que:

 …una sociedad de niños que no honran a sus padres es una sociedad sin honor, cuando usted no honra a sus padres pierde su honor! Es una sociedad destinada a llenarse de jóvenes áridos y codiciosos. Sin embargo, incluso una sociedad con una generación codiciosa, que no quiere rodearse de  niños, que los considera sobre todo causa de preocupación, un peso, un riesgo, es una sociedad deprimida.

Basta pensar en las muchas sociedades que conocemos aquí en Europa. Son sociedades deprimidas porque no quieren a los niños, y no tienen hijos. La tasa de natalidad no llega ni al 1%, ¿por qué? Todo el mundo debe pensar en eso y contestar personalmente.

El Papa añadió:

Como el  Papa Beato Pablo VI enseña en la encíclica Humanae Vitae, tener más niños no  puede ser visto automáticamente como una opción irresponsable. La decisión de no tener hijos es egoísta. La vida rejuvenece y adquiere energía cuando se multiplica: Se enriquece, no se ¡empobrece! Los niños aprenden a hacerse cargo de su familia, ellos maduran compartiendo los sacrificios, y crecen en el aprecio de sus regalos. La experiencia de una gozosa fraternidad anima al respeto y cuidado de los padres, quienes merecen nuestra gratitud.